lunes, 25 de noviembre de 2013

Victor Jara

                         

De origen campesino, hijo de un inquilino y una cantora popular, Víctor Jara llegaría a convertirse en uno de los principales referentes de la música chilena y en un testimonio vivo de la creación artística popular.
Luego de deambular por Chillán Viejo y Lonquén, en 1944 llegó a Santiago junto a su familia. Su juventud estuvo marcada por sus estudios de contabilidad, su ingreso al Seminario de la Orden de los Redentores de San Bernardo y su cumplimiento del servicio militar obligatorio. Se incorporó en 1953 al coro de la Universidad de Chile, momento en que inició formalmente su incursión en la música que ya había sido motivada por la labor de interpretación y recopilación folclórica de su madre, Amanda Martínez.
Sin embargo, su primera opción académica fue el teatro. Estudió, entre 1959 y 1961, actuación y dirección en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. Durante toda la década de 1960 se consolidó como uno de los mejores directores de la escena chilena, obteniendo numerosos premios y reconocimientos del público y la crítica especializada. Fue, así, uno de los directores teatrales más importantes de su tiempo.
Paralelamente, su labor en la música popular la construyó desde su participación en el grupo Cuncumén, con el que trabajó entre 1957 y 1962. Su creación musical tendió al rescate de la tradición popular y la reivindicación social de las clases desposeídas del país. En este marco, fue director artístico del conjuntoQuilapayún (entre 1966 y 1969), colaboró con el conjunto Inti Illimani y fue número estable de la reconocida Peña de los Parra.
Tuvo una fructífera carrera como solista y compositor. Su discografía es una de las más ricas e interesantes de su tiempo. En 1969 obtuvo el triunfo en el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, con su composición "Plegaria a un labrador", que interpretó acompañado del conjunto Quilapayún. Se transformó, así, en uno de los principales símbolos de este movimiento musical.
Desde 1970 asumió un fuerte compromiso político participando activamente en la campañas electorales de la Unidad Popular y en el gobierno de Salvador Allende. En 1971 ingresó al cuerpo de artistas estables de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado. El 11 de septiembre de 1973 acudió a cumplir sus labores a dicha universidad, donde fue tomado prisionero por tropas del Ejército de Chile, siendo brutalmente torturado y asesinado en el Estadio Chile. Hoy, ese estadio lleva su nombre.

Rock y La nueva Cancion


La historia de las bandas fundacionales del rock chileno no fue nunca facil. Si nos remontamos a los inicios del movimiento en nuestro pais, nos encontramos con dos fenomenos que marcaron a fuego la musica chilena y que tienen un origen comun, La Nueva Ola y La Nueva Cancion Chilena, ambas salidas al alero de los sellos Diamond y Arena del productor Camilo Fernandez.. Antes de que Chile se polarizara al extremo, estos dos estilos musicales convivian y competian entre si abarcando casi todo el mercado discografico, radial y de prensa escrita. Desde el punto de vista del rock, el estilo cuadrado de la Nueva Ola no permitia el ingreso de nuevas formas que se venian incubando en la segunda mitad de los sesenta, la sicodelia. Los pocos que tenian la suerte de penetrar en los medios y  grabar un disco debian incluir en su mayoria covers de temas ya consagrados y ni pensar en temas propios. A lo anterior se unia el hecho de que los rockeros  consideraban que el ingles era el idioma universal del rock y ni pensar cantar en castellano. El año 1969 se produjo un cambio tan radical en nuestra sociedad que abarco todos los espacios, especialmente el arte y la cultura y por primera vez dos estilos antagonicos se encontraron y se fusionaron. Los rockeros se chilenizaron de tal modo que ademas de mezclar los instrumentos autoctonos con los electronicos, comenzaron a componer y cantar en castellano. Esto fue visto por los sectores ortodoxos como una transgresion inaceptable, por un lado la izquierda fundamentalista los veian como "enagenados al servicio del Imperio" y la derecha y la iglesia catolica (muy influyente en esos años), derechamente como degenarados y transgresores de nuestros valores morales. En medio de esta batalla tanto la derecha como la izquierda coincidian en el desprecio al consumo de drogas que el hippismo traia consigo, por lo que ademas se sumo la represion policial brutal (nada nuevo en nuestro pais). Pero, hubo algunos personajes mas abiertos de mente que no vieron en esto una amenaza, sino mas bien una oportunidad de expresion para estilos nuevos y los invitaron a participar en sus grabaciones. Quiza el mas influyente fue Victor Jara, quien tempranamente el año 1970 invito a Los Blops en dos temas de uno de sus discos mas maravillosos "El Derecho de Vivir en Paz". Eso sumado a la vision del gran Julio Numhauser que con su sello Machitun le permitio al mundo conocer a Los Jaivas, pese a la oposicion del director artistico de IRT, uno de los mas dogmaticos enemigos del rock chileno. El año 1971 Isabel Parra grabaria con Los Jaivas, Patricio Manns con Los Blops, Amerindios de Julio Numhauser con los integrantes de los Sacros Patricio Panussis, Baltazar Villaseca y Freddy Anrique. Y una mencion especial a Angel Parra, quien haria una verdadera sociedad musical con Los Blops, quiza su cercania familiar con Juan Pablo Orrego ayudaria, pero es un hecho que Angel Parra ha sido y es un musico con una amplitud musical increible y una generosidad impecable.En este compilado estan todas estas grabaciones, donde los mas grandes de La Nueva Cancion Chilena se juntaron con los mas grandes del rock chileno de principios de los 70 en una fusion de temas increibles, algunos de ellos perdidos en el tiempo y que aca rescatamos.